ALC requiere de esfuerzos que contribuyan a la movilidad de investigadores y estudiantes
Los días 24 y 25 de junio de 2019 se llevó a cabo, en la sede de la Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP) de Santander, España, el curso “Los sistemas universitarios iberoamericanos a diagnóstico”. El evento tuvo como objetivo discutir el estudio diagnóstico elaborado por la Organización de Estados Iberoamericanos para la Educación, la Ciencia y la Cultura (OEI) sobre los retos que enfrenta el Espacio Iberoamericano del Conocimiento (EIC), en concreto en el campo de la educación superior.
Durante la segunda jornada del encuentro, tuvo lugar la mesa redonda “Movilidad regional y métricas: ejemplos de buenas prácticas”, conformada por el Dr. Hugo Juri, rector de la Universidad de Córdoba (UNC, Argentina), y el Dr. Francesc Pedró, director de la UNESCO-IESALC. En su ponencia, el Dr. Juri expuso la necesidad de implementar un sistema métrico que funcione en todo el mundo e hizo un barrido por las iniciativas que se delinearon a partir de la cumbre mundial de la UNESCO en 1998, y luego en la UNC, con la creación del campus virtual latinoamericano CAVILA. “En la Conferencia Regional de Educación Superior CRES 2008, en Cartagena, se impuso que la educación es un bien público y social; allí dijimos que debíamos ir a un sistema de crédito universal virtual y en el 2018, en la CRES de Córdoba, se reiteró esa misma necesidad”, acotó. También abogó por explorar más a fondo en la región las ventajas de sistemas de enseñanza basados en créditos, para facilitar precisamente la métrica de los aprendizajes en un contexto de mayor movilidad.
Con respecto a la movilidad académica en América Latina y el Caribe (ALC), el Dr. Francesc Pedró propuso desde el IESALC una lectura crítica en torno a la movilidad regional de estudiantes a partir de datos provenientes del Instituto de Estadística de la UNESCO, recabados de las fuentes oficiales de cada país. Destacó el crecimiento de la demanda de la educación superior (ES) en todo el mundo y la situación de la región en este contexto, así como la deuda en términos de equidad: “De una matrícula global de 220 millones de estudiantes, 27 millones son de ALC, que no está mal. A escala global, las tasas de participación se duplicaron, pero no podemos decir lo mismo de ALC, donde esta se mantiene igual, lo que indica que hay un problema de equidad”, es decir, el aumento en la matrícula no necesariamente se traduce en mayor acceso.
Otro aspecto que resaltó fue el hecho de que la movilidad intrarregional tienda a disminuir, en la medida en que los estudiantes se desplacen a otras regiones: “Solo el 3% escoge a LAC como destino. El 54% de nuestros estudiantes va exclusivamente a Estados Unidos o a países de la Unión Europea, mientras solo un poco más de un tercio se queda en la región”, dijo.
Comentó que no existen en la región políticas regionales de movilidad, a lo que se suma el hecho de que los contextos económicos y las políticas son muy distintas entre los países de ALC, “Es difícil hablar de un comportamiento homogéneo en la región porque tenemos una multiplicidad de sistemas que conviven, al menos 4 modelos distintos con respecto a la movilidad”. Explicó que, cuanto mayor es el porcentaje de estudiantes que salen de un país para desplazarse al extranjero, mayores son las probabilidades de que se queden en la región. Entre las cifras analizadas destacó que Perú es el país de América Latina que más estudiantes envía al extranjero, mientras que Argentina es el país que más recibe, aunque este último no cuente con políticas que favorezcan la movilidad interna. De hecho, Argentina acoge tantos estudiantes extranjeros como el resto de países de la región en su conjunto.
Algunas cifras comparativas sirvieron para ubicar a ALC con respecto a otras regiones: “Entre 2012 y 2017 el porcentaje de movilidad fue del 2,3% a escala global, mientras que en la región fue de 1,14%”, acotó, señalando que la mitad de los estudiantes extranjeros dentro de América Latina proceden de la propia región, lo que indica que ALC no es atractiva para otras regiones. Solo España, Estados Unidos y Portugal envían estudiantes hacia Latinoamérica.
Al cierre de su ponencia, manifestó el interés del IESALC en apoyar las iniciativas que puedan traducirse en una mejora a la movilidad regional, y sobre todo en descifrar los datos de la extracción socioeconómica de los estudiantes que moviliza y las políticas que apoyan esa movilidad. “Nos preocupa que no existan políticas de investigación y desarrollo a escala regional de las cuales se desprendan esfuerzos de movilidad tanto para investigadores como para estudiantes. ¿Hasta qué punto la movilidad beneficia exclusivamente a los estudiantes de elevada extracción socio-económica y margina a los restantes? Las políticas de gratuidad como la de Argentina, que tanto atrae a los estudiantes extranjeros, ¿realmente beneficia al país, a las instituciones y a los estudiantes argentinos con menores recursos? ¿Existe un vínculo entre movilidad y equidad?” indicó, para luego acotar que ésta será una temática que el IESALC continuará investigando en el futuro.
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