Día Mundial de los Docentes: “líderes en tiempos de crisis, reinventando el futuro”
Celebrado anualmente el 5 de octubre desde 1994, el Día Mundial de los Docentes conmemora el aniversario de la suscripción de la Recomendación de la OIT y la UNESCO relativa a la Situación del Personal Docente (1966). Esta Recomendación establece criterios de referencia en cuanto a los derechos y responsabilidades del personal docente y normas para su formación inicial y perfeccionamiento, la contratación, el empleo, y las condiciones de enseñanza y aprendizaje. La Recomendación relativa a la Condición del Personal Docente de la Enseñanza Superior fue adoptada en 1997 para completar la Recomendación de 1966, abarcando así el personal docente y de investigación de la enseñanza superior.
Mediante la adopción del Objetivo de Desarrollo Sostenible 4 sobre educación, y su meta 4.c (ODS 4.c) que reconoce la función clave de los docentes para lograr los objetivos de la Agenda de Educación 2030, el Día Mundial de los Docentes se ha convertido en una ocasión para destacar los progresos alcanzados y reflexionar sobre las maneras de hacer frente a los desafíos pendientes a fin de promover la profesión docente.
Leer la nota completa de la UNESCO.
Declaración conjunta dela Sra. Audrey Azoulay, Directora General de la UNESCO,el Sr. Guy Ryder, Director General de la Organización Internacional del Trabajo, la Sra. Henrietta H. Fore, Directora Ejecutiva del UNICEF, el Sr. David Edwards, Secretario General de la Internacional de la Educación con motivo del Día Mundial de los Docentes 2020.
Este año, el Día Mundial de los Docentes cobra aún mayor importancia teniendo en cuenta los desafíos que estos han afrontado durante la crisis de la COVID-19. Como ha demostrado la pandemia, contribuyen de manera crucial a garantizar la continuidad del aprendizaje y a apoyar la salud mental y el bienestar de sus alumnos.
Debido a la COVID-19, casi 1 600 millones de alumnos, esto es, más del 90% de la población escolar matriculada en el mundo, se han visto afectados por el cierre de las escuelas. La crisis de la COVID-19 también ha afectado a más de 63 millones de docentes, ha puesto de manifiesto las persistentes deficiencias de muchos sistemas educativos y ha exacerbado las desigualdades, con consecuencias devastadoras para los más marginados.
Durante esta crisis, los docentes han demostrado, una vez más, una gran capacidad de liderazgo e innovación para asegurar que #ElAprendizajeNuncaSeDetiene y velar por que ningún alumno se quede atrás. En todo el mundo, han trabajado de forma individual y colectiva para encontrar soluciones y crear nuevos entornos de aprendizaje para sus alumnos, a fin de garantizar la continuidad de la educación. También es fundamental el papel que han desempeñado prestando asesoramiento sobre los planes de reapertura de las escuelas y apoyando a los alumnos en el momento de regresar a la escuela.
Ahora tenemos que pensar más allá de la COVID-19 y trabajar para crear una mayor resiliencia de nuestros sistemas educativos que permita responder rápida y eficazmente a estas y otras crisis similares. Ello supone preservar la financiación de la educación, invertir en una formación inicial de alta calidad para los docentes y continuar el desarrollo profesional del personal docente existente.
Si no se adoptan medidas urgentes y no se incrementan las inversiones, la crisis del aprendizaje podría convertirse en una catástrofe educativa. Incluso antes de la pandemia de COVID-19, más de la mitad de los niños de diez años de edad en países de ingresos bajos a medios no eran capaces de entender una simple historia por escrito.
Para reforzar la resiliencia del profesorado en tiempos de crisis, todos los docentes deberían adquirir las competencias digitales y pedagógicas necesarias para enseñar a distancia, en línea y mediante métodos de aprendizaje mixtos o híbridos, cualquiera que sea el nivel de tecnología disponible. Los gobiernos deberían garantizar infraestructuras y una conectividad digitales en todo su territorio, incluidas las zonas rurales y remotas.
En el contexto de la COVID-19, los gobiernos, los interlocutores sociales y otros agentes esenciales asumen una responsabilidad aún mayor con respecto a los docentes. Instamos a los gobiernos a que protejan la seguridad, la salud y el bienestar de los docentes, así como su empleo, a que sigan mejorando sus condiciones laborales y a que los impliquen, junto con las organizaciones que los representan, en el enfoque educativo adoptado para responder a la pandemia y propiciar la recuperación posterior a ella.
Hoy celebramos colectivamente a los docentes por su compromiso constante con sus alumnos y por contribuir al logro, de aquí a 2030, de las metas del Objetivo de Desarrollo Sostenible 4. Encomiamos a los educadores por el papel central que han desempeñado, y siguen desempeñando, en la respuesta a esta pandemia y la recuperación posterior a ella.
Ahora es el momento de reconocer la función de los docentes que contribuyen a garantizar que una generación de alumnos pueda desarrollar todas sus capacidades, así como la importancia de la educación para la reactivación a corto plazo, el crecimiento económico y la cohesión social, durante la pandemia de COVID-19 y posteriormente. Ahora es el momento de reinventar la educación y concretar nuestra visión de un acceso igualitario a un aprendizaje de calidad para todos los niños y jóvenes.
Declaración conjunta de la UNESCO sobre el Día Mundial de los Docentes.
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