Diálogos con autoridades universitarias y académicas venezolanas
La visión académica es fundamental para enfrentar los retos nacionales y globales de cara al futuro. Por ello, la Organización de Naciones Unidas en Venezuela y el Instituto Internacional de la UNESCO para la Educación Superior en América Latina y el Caribe (IESALC) promovieron un diálogo con autoridades y académicos universitarios para debatir sobre un futuro posible, en el marco “Diálogo con Autoridades Universitarias y Académicos” el 30 de octubre de 2020 via zoom.
Esta primera reunión se lleva a cabo en el marco de la celebración de los 75° años de Naciones Unidas. Por ello la invitación a compartir preocupaciones y propuestas entre pares en torno a los temas que aquejan a la comunidad académica local y global: las amenazas a la seguridad, el cambio climático, La falta de políticas, la pobreza y la desigualdad fueron los ejes conductores de la conversación, bajo la moderación de Francesc Pedró, director de UNESCO IESALC.
En torno a los temas seleccionados como parte de la agenda se plantearon tres preguntas: ¿Cómo imagina el mundo en 25 años? ¿Cuáles son las principales dificultades para lograrlo (Identificar la brecha)? y ¿Cómo se pueden alcanzar estas metas?
El diálogo entre académicos y autoridades universitarias venezolanas comenzó el 30 de octubre con varios señalamientos por parte de los participantes relativos a las preocupaciones fundamentales del gremio a escala nacional y global, entre ellas vinculadas a las vulneraciones de los derechos universitarios, las amenazas contra la democracia, los peligros de las nuevas tecnologías, entre otras. Pero este panorama dibujado por una crisis humanitaria, se vislumbra también como una ruta de oportunidades afianzadas en el trabajo en unidad con la meta de construir un mundo mejor a partir de la colaboración internacional.
Con los aportes emanados de esta primera experiencia de diálogo de dos horas organizado entre la ONU y UNESCO IESALC, se fue elaborando un documento cuya relatoría será enviada al secretario general de Naciones Unidas, Antonio Guterres, para alimentar la consulta global que tiene como fin elaborar planteamientos de acción hacia el futuro que tomen en cuenta tanto la visión académica como de las autoridades universitarias de cada país, en el caso que nos ocupa las venezolanas.
¿Qué debería priorizar la comunidad internacional para recuperarse de la pandemia?
Es necesario crear conciencia sobre la necesidad de una agenda mundial de cambio, especialmente enfocado en la desigualdad, y para ello la promoción de una educación de calidad es prioritaria, especialmente en la primera infancia. Educar a la gente e informar supone una trayectoria circular que implica, por un lado la convivencia para evitar que las desigualdades se profundicen, especialmente en el marco de la pandemia, y por el otro la garantía en el acceso a bienes y servicios de manera estable y digna. Sin estos elementos, se va generando resentimiento.
Se hace también necesaria la generación de espacios para la construcción de la paz. Un mundo sin violencia, un mundo en el que no exista la desigualdad, donde todos los países nos respetemos en unión. Para ello, debe existir el respeto a la soberanía, a la autodeterminación de los pueblos y el respeto a los derechos humanos, alimentación, salud, educación, libre tránsito.
Por otra parte, existe un compromiso de formar profesionales conscientes, de reaccionar, actuar, y tener una visión de contingencia y crisis permanente que les permita promover la resiliencia. No es sólo responsabilidad de los gobiernos, sino que también los ciudadanos deben identificar su responsabilidad.
¿Qué quisiera ver su comunidad académica en el año 2045, cuando la ONU cumpla 100 años?
En líneas generales hay el deseo de contar con una sociedad capacitada como seres humanos integrales para ejercer competencias profesionales con base en la ética y el bien común. En conjunto se visualiza una disminución de los conflictos, la coexistencia pacífica no basada en intereses económicos, mayor confianza entre los seres humanos, una sociedad donde se fomenten los valores, especialmente aquellos que son perennes. Un futuro ecológicamente sostenible, una nueva economía con nuevos valores, una economía verde. Un futuro donde se reduzcan las desigualdades especialmente en la brecha tecnológica. Y con pleno respeto a los derechos humanos y a la democracia plena.
¿Cuáles son los principales obstáculos y desafíos que su comunidad académica pensó que afectarían más esta visión?
Las ideologías se presentan como obstáculo para la construcción de La paz. La desigualdad, la injusticia y la violencia, como amenazas a la democracia. En el ámbito educativo, la amenaza que se cierne sobre la autonomía universitaria y académica, así como la falta de políticas públicas enfocadas en garantizar el trabajo de los docentes a escala regional.
¿Cómo puede la cooperación internacional, y en particular las Naciones Unidas, ayudar a mejor gestionar estos desafíos?
A través de la cooperación internacional alineada con los objetivos de desarrollo sostenible; con acciones de formación en términos de DDHH. El mundo debe ser cada vez más igualitario, y en ese sentido se elimine la violencia política, y el cese a los bloqueos que limitan las capacidades para la formación.
Dignificando la profesión docente universitaria para la formación de generaciones futuras que quieran trascender en la historia; educando para relevar el papel de lo humano por encima de las ideologías. Las universidades deben asumir la formación de profesionales con ética y valores humanos centrados hacia el bien común, pero será necesaria la unión para el cambio.
Renovando la confianza en los organismos internacionales: Nuestro tiempo nos está pidiendo renovar la confianza en las instituciones internacionales. Promover la cultura de paz y nuevos paradigmas de la ciencia, programa de formación en baluartes de la paz.
¿Qué aconsejaría su comunidad académica al Secretario General de la ONU para abordar estos desafíos?
Humanizar la educación: dar a entender a las generaciones futuras la necesidad de humanización de la educación. Una visión futura para que todas las agendas se unifiquen para las nuevas generaciones, y como espacio para la formación de profesionales para la resiliencia, la diplomacia ciudadana, el liderazgo; para la formación de seres humanos integrales, creciendo en conciencia y en coexistencia pacífica con su entorno. Ciudadanos globales en un mundo más verde, sostenible, y democrático.
Fortalecer las universidades: para que puedan ser centros de excelencia y de educación igualitaria. Educar para formar hombres que actúen en principios y valores, que lo humano y lo social sea lo más importante, encargarnos de formar a los futuros líderes del mañana, lideres integrales y humanos
Fomentar la educación entre iguales: la cooperación es fundamental para la reducción de la brecha de la desigualdad, acceso a beneficios y productos científicos; garantizando además el acceso a la información y acceso a la verdad, promoviendo la seguridad frente a lo que se llama la futura carrera armamentística genética.
Al cierre del diálogo con autoridades universitarias y académicos, surgió la idea de conformar una red de universidades a escala nacional para la sostenibilidad, entendiendo la necesidad de avanzar en las acciones urgentes necesarias para lograr el mundo que identificaron de cara al 2045. Para ello las universidades están dispuestas a asumir su rol histórico, especialmente enfocado en la formación de ciudadanos más humanos y comprometidos con los cambios que exige el mundo.
Carmen Hernandez, docente, curadora, crítica de arte de UNEARTE; Raul Alberto Casanoa, rector de la Universidad Nacional Experimental del Táchira (UNET); Nelly Velásquez, rectora de la Universidad Centro Occidental Lisandro Alvarado; Jesús Esparza Bracho, rector de la Universidad Rafael Urdaneta; Alfredo Ordoñez, profesor de la UCV; Giuseppe Cacioppo, rector de la Universidad Nacional Experimental de la Seguridad (UNES); Mirna Yonis, coordinadora de la Maestría en Relaciones Internacionales de la UCV; José Peña, subdirector de Investigación y Postgrado de la Universidad Pedagógica Experimental Libertador (UPEL); Mayda Hocevar, directora del Observatorio de Derechos Humanos de la Universidad de Los Andes, Venezuela; Luis Holder, vicerrector académico interino de la Universidad Simón Bolívar; Enrique A. Planchart R, rector de la Universidad Simón Bolívar y Rita Elena Añez, rectora de la Universidad Nacional Experimental Politécnica (UNEXPO) fueron los académicos que participaron en el evento.
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