El acceso universal a la educación superior sigue pendiente
Según informe del IESALC a pesar de que el acceso a la educación superior se ha duplicado en los últimos 20 años, las inequidades persisten. En el marco del lanzamiento del documento, se llevó a cabo un diálogo con delegados de UNESCO
El pasado jueves 17 de diciembre de 2020, el Instituto Internacional de la UNESCO para la educación Superior en América Latina y el Caribe (IESALC) presentó el informe “Hacia el acceso universal a la educación superior: tendencias internacionales”, en un webinar que contó con la participación de los delegados de la UNESCO Anasse Bouhlal, especialista en programas de educación en los Estados árabes; Libing Wang, jefe de Innovación Educativa y Desarrollo de Competencias, Oficina Regional de Educación para Asia y el Pacífico, Bangkok (Tailandia); y José Antonio Quinteiro, coordinador de programas de UNESCO IESALC.
El director del IESALC, Francesc Pedró, destacó en sus palabras de bienvenida que, en el marco de la pandemia por el COVID-19, es necesario hacer un gran esfuerzo en equidad y educación ya que entre el 3% y el 15% de los estudiantes en el mundo no regresaron a la universidad, principalmente mujeres y personas en situación de vulnerabilidad.
Daniele Vieira, coordinadora de investigación del reporte presentado y analista de políticas de UNESCO IESALC, destacó en la presentación del informe que, a pesar de que el acceso a la educación superior en los últimos 20 años ha aumentado en todas las regiones del mundo pasando del 19 al 38%, y de que las mujeres se han beneficiado de ese acceso con un 41% ante un 36% de los hombres, la enorme brecha económica existente entre los distintos sectores de la sociedad ha generado inequidades que deben ser superadas. En el informe solo un 10% de los más desfavorecidos accede a la educación superior ante un 77% de los pertenecientes a las familias de mayores ingresos.
Un panel de diálogo con delegados de UNESCO siguió a la presentación para evaluar el estado del arte del acceso a la ES en las distintas regiones del mundo así como para evaluar los temas pendientes para lograr las objetivos de desarrollo sostenible planteados para el 2030. Para la región de Asia y el Pacífico, Living Wang destacó como relevantes la garantía de la calidad; la expansión económica, que ha permitido mayor inversión por parte de los proveedores privados y públicos favoreciendo el acceso; la expansión de los programas vocacionales y de la educación profesional no académica, así como el blended learning como una nueva normalidad en la experiencia educativa.
Anasse Bouhlal manifestó que los árabes están orgullosos de tener la primera universidad del mundo y que el territorio comprende 19 países, por lo que la región está diversificada geográfica y lingüísticamente. En este contexto, la mayoría de las políticas que se han diseñado se centran en el aseguramiento de la calidad y la transformación digital en la educación superior. Habló de marco de la importancia de contar con un sistema de calificación nacional, y del desafío de contar con un sistema de reconocimiento de calificaciones ante la problemática de los refugiados en la región.
Por su parte, José Antonio Quinteiro planteó que en América Latina y el Caribe el 51% de la matrícula en educación superior se concentra en el sector privado, y de la necesidad de la continuidad pedagógica para garantizar el derecho a la educación: “Todas las acciones deben realizarse bajo el principio de “continuar sin dejar a nadie atrás”. Destacó la importancia de la prestación de apoyo adicional a estudiantes de educación superior en riesgo. “El cumplimiento del derecho a la educación se puede evaluar solo mediante el uso de la cuarta misión de la UNESCO: para que la educación sea un derecho significativo, debe ser: disponible, accesible, aceptable y adaptable”, agregó.
Al cierre, el director del IESALC presentó las conclusiones sobre el informe, destacando que aunque el acceso a la educación superior ha aumentado en los últimos 20 años, persisten los problemas de equidad; los países y las instituciones de educación superior deben desarrollar estrategias para reducir la brecha en el acceso; tienen que enfocarse en la inclusión de grupos vulnerables ante el aumento del acceso a la educación superior y se necesita de investigación en las universidades para capturar datos sobre la retención de las personas más desfavorecidas.
Ver el informe “Hacia el acceso universal a la educación superior: tendencias internacionales”.
RELATED ITEMS