Rumbo a la #CMES2022. Webinar 7: Movilidad académica en la educación superior
Uno de los ejes principales de la Conferencia Mundial de Educación Superior #CMES2022 de la UNESCO, que se llevará a cabo en Barcelona (España) el próximo mes de mayo, es la movilidad académica en la educación superior. A fin de trasladar allí los planteamientos de América Latina y el Caribe, el IESALC lleva a cabo una Consulta Regional específica, con diversidad de eventos para reunir la mayor cantidad de voces provenientes de los diferentes sectores.
En esta ocasión, expertos en el área participaron en este seminario en línea -organizado conjuntamente con el BID, la OEI, Santander Universidades y la Secretaría General Iberoamericana-.
Moderadora: Victoria Galán-Muros, Jefa de Investigación y Análisis de UNESCO IESALC
Algunas ideas de los participantes
Francesc Pedró, director de UNESCO IESALC
La internacionalización, de la cual la movilidad es uno de los ejes fundamentales, es capital para la construcción de un espacio global de educación superior. La UNESCO capitanea los esfuerzos para conseguir que realmente la movilidad enfrente menos trabas, y por ello hemos promovido la Convención mundial para el reconocimiento de titulaciones y el Convenio Regional de Buenos Aires. Este último que está a punto de ratificarse, pues con la firma de Granada, Cuba y Perú, solo falta un país para que entre en vigor.
Tenemos un déficit de participación, que algunos dirán que es un déficit de democratización de la movilidad. Sólo el 1,2% de los estudiantes de educación superior participan de algún tipo de movilidad dentro o fuera de la región, lo que constituye la mitad de lo que es la tasa global. Apenas poco más de un tercio de los estudiantes de la región que deciden salir a otro país para completar o realizar sus estudios optan por quedarse en la región. Por cada 10 estudiantes que salen fuera, poco más de 6 lo hacen fuera de la región. Se requiere mayor fortaleza en la creación de redes universitarias, de investigación, en la que la movilidad académica sea el verdadero combustible.
Silvie Didou Aupetit, titular de la Cátedra UNESCO de Aseguramiento de la Calidad de la Educación Superior Transnacional, México
La situación actual de la movilidad no se debe analizar totalmente desde la pandemia del Covid-19 sino en relación con los desajustes estructurales que arrastramos en América Latina y el Caribe. Entre los desequilibrios destacan el carácter elitista de la movilidad, apenas 1,14% de los estudiantes, según la OEI. Salvo algunas excepciones, hay una desvinculación entre movilidad y políticas de promoción de la inclusión de grupos vulnerables.
Es necesario responder a cómo construir programas de movilidad entre instituciones que se complementen pero no estén insertas en esquemas asistenciales; el por qué de la movilidad: en qué esquemas geográficos Norte-Sur, Sur-Sur; y el para qué: para el aprendizaje de competencias para el aprendizaje intercultural.
Retrospectivamente, construir una movilidad representó para las universidades un esfuerzo muy fuerte y eso explica probablemente una predominancia del hacer y producir indicadores de fortalecimiento, bajo una óptica bastante triunfalista, que ahora cabría discutir sus objetivos y propósitos.
La pandemia mostró una ausencia de reflexión sobre el manejo institucional y gubernamental del riesgo vinculado con la internacionalización. Algunos países tomaron medidas de asistencia de repatriación a quienes se quedaron, pero fue algo puntual que generó desconfianza y hay que remontar para reactivar la movilidad. Tenemos que pensar el estatuto de los estudiantes en situación de movilidad como inmigrantes más que como privilegiados, que es la tendencia general, considerando el bajo porcentaje de quienes acceden a ella.
Preguntarnos qué debemos discutir en los próximos años: la acreditación de las instituciones y de los programas, el tipo de convenios, las inversiones, los resultados, los propósitos y las dimensiones la movilidad.
Carecemos de datos duros sobre la región como una totalidad. El objetivo de la UNESCO de robustecer nuestros sistemas de información aún está lejos de ser alcanzado.
El Covid-19 nos mostró que es necesario investigar nuevos temas: la forma de producir y transmitir conocimientos a través de la digitalización de la enseñanza y de la investigación.
La movilidad se vio afectada porque la circulación física se limitó y hubo un rápido despegue de la movilidad virtual, la cual requerirá ser discutida en términos de resultados y de prácticas, de ventajas y desventajas.
¿A qué responde la movilidad? ¿Es un objeto de deseo individual o una aspiración institucional?¿Cómo se aprovecha el capital de experiencia? El futuro de las movilidades dependerá de las capacidades para apostar a las movilidades y de su adaptación a las peculiaridades de los colectivos como a los distintos tipos de instituciones.
Es necesario reajustar los encuadres instruccionales y programáticos, rearticular los procesos normativos y los objetivos. Hay que pensar en una ingeniería de movilidades, que no solamente incumbe a las oficinas internacionales, sino que depende de una voluntad política y de un intento por resolver un problema que es la excesiva burocratización de los procesos de gestión.
Ana Capilla, directora de Educación superior y Ciencia de la Organización de Estados Iberoamericanos (OEI), España
Además de la cifra de movilidad nos faltan más datos para saber, y detalles de qué tipo de movilidades, cuánto duran, en pre o postgrado, entre otros. Desde la OEI nos sentimos responsables de obtenerla pues en el Observatorio de Ciencia, Tecnología y Sociedad se coordinan las dos grandes redes de información de la región para el desarrollo de indicadores homogéneos, y que éstos sean comparables entre nuestros países.
Nos hemos centrado en el reconocimiento de estudios a través de una estrategia innovadora para lograrlo. La conclusión, publicada en un informe, es tener movilidad en lo que realmente se busca: cursar asignaturas, materias y cursos en otras universidades y construir un sistema de información en base a esas unidades académicas de evaluación. Poder tener una plataforma común donde valorar contenidos, evaluaciones, objetivos etc. en la que las universidades puedan compartir asignaturas y cursos que ofrecen y que esta plataforma sirva también para que se garantice el reconocimiento de esos estudios.
Oscar Alpa, secretario de políticas universitarias del Ministerio de Educación y rector de la Universidad Nacional de la Pampa, Argentina
Tenemos que centrarnos en hablar de movilidad y profundizar el proceso de internacionalización dentro de las universidades con el objetivo de que contribuya al mejoramiento de la calidad, amplíe las posibilidades de cooperación internacional y permita una mirada más integral y estratégica.
Uno de los temas a resolver es que muchas veces se financian becas y se eligen las instituciones de destino en base a rankings internacionales y esto evidentemente no contribuye al aprovechamiento, ni a incrementar el flujo internacional de movilidad. Debemos analizar los temas de aseguramiento de la calidad de cada uno de los países, el reconocimiento de los títulos, financiamiento, investigaciones conjuntas y el manejo de información compartida.
Carmen Torres, responsable de Relaciones Institucionales del Espacio Iberoamericano del Conocimiento en la Secretaría General Iberoamericana (SEGIB), España
Aspiramos a aumentar la movilidad de investigadores en formación dentro de cada uno de los países y también en otros de la región. Una de las iniciativas estrella, que se presentará pronto, es la escuela de formación de doctorandos iberoamericana virtual para facilitar su formación en varias instituciones y obtener lo mejor de cada una de ellas.
Otro de los mandatos de los ministros es compartir la infraestructura científica y tecnológica singulares de la región, de forma que exista sinergia, no solo entre las instituciones de educación superior sino también entre instituciones científicas y tecnológicas, así como generar un diálogo y una convergencia entre gobiernos e instituciones.
Jaime Leal Afanador, rector de la Universidad Nacional Abierta y a Distancia (UNAD) y presidente de la Asociación Iberoamericana de Educación Superior a Distancia (AIESAD), Colombia
La movilidad de hoy y el futuro debe ser híbrida, dinámica y contextualizada, con compromiso social de quienes tienen la oportunidad de hacerlo. Para evolucionar de un campus físico a uno global, ello debe implicar el compromiso institucional y de los gobiernos en incorporar como una responsabilidad sustantiva la cultura digital, desde la lógica de los nuevos modelos pedagógicos centrados en aprender a aprender, tanto para estudiantes como docentes, de gestión de conocimiento y garantizar esas nuevas competencias pues la virtualidad no son solo clases remotas.
La palabra clave es inclusión, sobre todo de aquellas comunidades especialmente vulnerables. Es allí donde los campus globales y los modelos pedagógicos centrados en un aprendizaje autónomo brindan la posibilidad integral de la calidad, pertinencia, equidad y el retorno a sus lugares de origen de las personas que tengan esta oportunidad para contribuir socialmente.
Presentación
El futuro de la movilidad internacional en la educación superior: las apuestas para América Latina, Sylvie Didou
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