Rumbo a la #CMES2022. Webinar 10: Impacto del COVID-19 en la educación superior
Uno de los ejes principales de la Conferencia Mundial de Educación Superior #CMES2022 de la UNESCO, que se llevará a cabo en Barcelona (España) en mayo de 2022, lo constituye el impacto del Covid-19. A fin de trasladar allí los planteamientos de América Latina y el Caribe, el IESALC lleva a cabo una Consulta Regional específica, con diversidad de eventos para reunir la mayor cantidad de voces provenientes de los diferentes sectores.
En esta ocasión, expertos en el área participaron en este seminario en línea -organizado conjuntamente con el BID, la OEI, Santander Universidades y la Secretaría General Iberoamericana- para analizar cómo el Covid-19 impulsó el aprendizaje en línea hacia una nueva dimensión, aún llena de retos, pero paralelamente profundizó las brechas ya existentes
Moderadora: Victoria Galán-Muros, jefa de Investigación y Análisis – UNESCO IESALC
Algunas ideas de los participantes
Francesc Pedró, director UNESCO IESALC
Nadie puede negar los efectos multidimensionales que la pandemia ha tenido y seguirá teniendo sobre la educación superior (ES). Ha habido afectaciones tanto en términos del volumen y la calidad de los aprendizaje; en los equilibrios y desequilibrios socio emocionales, provocados no sólo por el aislamiento sino también por la falta de oportunidades para el encuentro social prototípico de la ES; el financiamiento de las familias y del sector público y privado; y las afectaciones del personal docente, administrativo y de servicios.
La pregunta no es tanto cuán mala ha sido la pandemia sino sobre todo qué podemos aprender para garantizar la salida de la crisis y el eventual rediseño de la oferta de ES. Se trata de construir una ES mejor para conseguir un horizonte distinto al que teníamos antes del Covid 19: con mayor calidad, equidad e inclusión.
Francisco Marmolejo, presidente de Educación Superior de la Fundación Qatar, México
En este momento son más las preguntas que las respuestas sobre implicaciones del Covid-19 a mediano y largo plazo en la ES. Es necesario analizar los escenarios para minimizar los riesgos de la incertidumbre.
No es una pandemia sino una sindemia, que va más allá del fenómeno epidemiológico. Se trata un concepto concebido en la década de los noventa por el antropólogo y médico, Merrill Singer, que revela que las interacciones biológicas y sociales son importantes para el pronóstico, el tratamiento y la política de salud.
Se cerró todo el sistema de ES del mundo, casi 200 millones de estudiantes dejaron de ir a las aulas. En consecuencia los impactos de este fenómeno son mucho más que el aspecto epidemiológico y debemos analizarlo bajo una perspectiva más amplia.
Las universidades se tuvieron que adaptar rápidamente para atender lo urgente y tuvieron que dejar de lado lo importante. El caso de México refleja lo que hicieron la mayoría de las IES de la región: buscar la manera de continuar la enseñanza, capacitar a los docentes, orientar a la comunidad, establecer páginas virtuales, en algunos casos aportar recursos tecnológicos a los estudiantes y docentes, y flexibilizar sus servicios académicos administrativos y normatividad.
¿Realmente cambió la ES? Hay una serie de desafíos que surgieron: cómo minimizar el déficit de aprendizaje que han tenido todos los estudiantes e IES por el tránsito repentino a la enseñanza no presencial y cuál será el impacto en su vida productiva, así como para su entorno familiar, social y económico.
Algunas interrogantes: ¿Cómo minimizar la inequidad que se puso de manifiesto respecto a la brecha tecnológica?¿Cómo mantener el interés de los estudiantes y evaluar su aprendizaje?¿Cómo atendemos a los desafíos de salud mental de estudiantes y académicos?¿Cómo garantizar la continuación y la mejoría del trabajo de investigación?¿Cómo vamos a atenuar las implicaciones financieras debido a la contracción económica?
Algunas lecciones aprendidas: insuficiente preparación y planeación; el entorno operativo era más frágil de lo que se pensaba; la transición a lo no presencial no es la panacea; los liderazgos institucionales en algunos casos no estaban preparados para tiempos de crisis, las deficiencias y limitaciones quedaron expuestas y se agudizarán; los dogmas se pusieron en tela de juicio.
Los desafíos en esta transición: cómo vamos a contribuir a una economía y sociedad que es crecientemente digital; cómo usamos la tecnología para propiciar una educación mejor y más inclusiva; cómo responder a la creciente demanda de la ES en la región, su calidad y relevancia en universidades públicas y privadas; cómo dar un sentido global a la ES sin perder la perspectiva local; y finalmente cómo hacer que nuestros sistemas sean más flexibles y adaptables.
Creció el ritmo de investigación en algunos temas bajo un esquema de colaboración transfronteriza interdisciplinaria, intersectorial y multilateral; los académicos mostraron resiliencia; y la ciencia abierta creció. En cuanto a lo negativo, el Covid-19 implicó inmovilidad física, asimetrías en qué se investiga y cómo se apoya la investigación.
Oportunidades: tenemos que aprovechar la circunstancia para reinventar, rediseñar la ES. Mejorar: el acceso con equidad de oportunidades; un sistema más coordinado, de calidad y pertinencia; gobernanza de las IES e instituciones adaptado a las nuevas realidades; cambio del modelo operacional y financiero; modificación del recambio generacional del profesorado. Tenemos una gran oportunidad para ajustar las enseñanzas a las necesidades del entorno, a formar ciudadanos globales, competitivos y comprometidos con su comunidad. Debemos pensar que nuestro paradigma tradicional puede cambiar.
Rocío Victoria Quispe, directora general de Educación Superior Universitaria del Ministerio de Educación del Perú
Para definir los desafíos es fundamental contar con información confiable y oportuna para identificar de manera específica a dónde se orientan las intervenciones que el Estado debe desarrollar en todos los ámbitos de la ES: artística, técnica, pedagógica y universitaria .
En el caso peruano hemos visto la pandemia como una oportunidad. En un principio demostró las precariedades en las universidades públicas de pasar a una educación remota, también permitió desarrollar competencias y herramientas tecnológicas en toda la comunidad universitaria, que a su vez permiten avanzar en la internacionalización de la universidad.
Cecilia Paredes Verduga, rectora de la Escuela Superior Politécnica del Litoral, Ecuador
Espero que los cambios sean radicales y nos ayuden a evolucionar. El primer cambio fue la virtualización de la educación, que requirió de una actualización tecnológica docente, estudiantil y para la gestión.
A pesar de los avances, el camino es largo y requiere de un cambio de enfoque, no solamente de automatizar, digitalizar procesos sino repensar los servicios desde el punto de vista de calidad para toda la comunidad. También hay que fortalecer los procesos de toma de decisiones basados en datos reales y en tiempo real, así como repensar el “modelo de negocio” académico para ser pertinentes a la sociedad y al sector productivo.
Rudy Laddaga, CEO y fundador de Gnius Club, México
El desarrollo tecnológico tiene una curva exponencial y justo estamos iniciando la vertical, lo cual va a ser un proceso acelerado de cambios.
El profesor, tal y como lo conocemos, desaparecerá en 2030 con el desarrollo de nuevas plataformas de sistemas de autoaprendizaje para convertirse en mentores y coaches.
Habrá espacios de aprendizaje formal en los metaversos. Los avances en inteligencia artificial van a impactar en todo el sector educativo, hacia modelos de aprendizaje personalizados y con plataformas que adaptarán los contenidos en tiempo real al estilo de aprendizaje de los alumnos.
Surgirán los asistentes personales virtuales y las industrias se vincularán con distintas plataformas de aprendizaje y a través de diferentes redes sociales, que resultará en la preparación de candidatos a la oferta laboral con curriculas hechas a medida de las corporaciones, y con programas educativos desarrollados con modelos de inteligencia artificial.
María Altagracia López, coordinadora del Centro de Innovación en Educación Superior (CINNES), del Instituto Tecnológico de Santo Domingo, República Dominicana
Las IES que tenían modalidad presencial antes de la pandemia también tenían desiguales niveles de desarrollo en la integración de la tecnología al proceso educativo. Las estrategias innovadoras que se han desarrollado también han tenido diferentes niveles.
Aspectos positivos: la capacitación docente y estudiantil para que se apropiaran de las tecnologías y ambientes de aprendizaje; los sistemas de acompañamiento permanente y continua individual y grupal, entre los que están los sistemas de tutorías. La certificación y recertificación de los docentes deben permanecer y fortalecerse en el futuro, así como los programas de atención psicosocial y emocional.
Presentación
El impacto del COVID en la educación superior: algunas consideraciones, Francisco Marmolejo
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