Educación Superior y Pueblos indígenas. El reconocimiento étnico como política institucional
Las instituciones de educación superior (IES) cuentan con una enorme diversidad étnica y cultural al interior de sus comunidades educativas. Sin embargo, un amplio porcentaje de la población indígena que concurre a las mismas se encuentra invisibilizado.
Las causas de ello son variadas, entre las cuales se pueden mencionar: la ausencia de registros y datos estadísticos, la falta de aplicación de la normativa vigente en materia indígena y la ausencia de pertinencia cultural en las normativas internas y programas de estudio.
De igual forma, cabe mencionar que la mayoría de las IES se legitima a partir de una matriz eurocéntrica que excluye los saberes, conocimientos y prácticas de los pueblos indígenas de los territorios en los cuales se encuentran.
En el presente escrito abordaré una experiencia vinculada al reconocimiento institucional al interior de la Universidad Nacional de la Patagonia San Juan Bosco (UNPSJB), ubicada en la Patagonia Argentina, territorio ancestral del Pueblo Mapuche.
Como se planteó en un inicio, uno de los aspectos que considero central para revertir las políticas y prácticas monoculturales en las IES, es el reconocimiento étnico como política institucional y a su vez, la promoción de la autopercepción étnica al interior de la comunidad educativa.
El Convenio Nº 169 de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) sobre Pueblos Indígenas y Tribales, el cual se encuentra ratificado por la mayoría de los países de la región, establece que “la conciencia de su identidad indígena o tribal deberá considerarse un criterio fundamental para determinar los grupos a los que se aplican las disposiciones del presente Convenio”.
La conciencia identitaria de pertenencia a un pueblo indígena es algo muy relevante, teniendo en cuenta las profundas y vigentes huellas del colonialismo histórico y una narrativa por parte de los Estados que se construyó en base a la exclusión del componente indígena en sus identidades nacionales.
Estas identidades fueron canalizadas por medio de las instituciones educativas, lugares por excelencia de la formación ciudadana de los sujetos, en donde no solo se omitieron los conocimientos de las poblaciones indígenas, sino que deliberadamente se tergiversó su propia historia y se practicó un integracionismo forzoso a las nuevas identidades.
Autopercepción étnica y reconocimiento institucional
Fomentar la autopercepción de la población indígena al interior de las IES también implica una revisión y un reconocimiento institucional en el plano formal y simbólico. Es importante hacer explícita esta condición en el plano curricular, en las herramientas administrativas y de gestión (estatutos, ordenanzas, reglamentos, planes de estudio, etc.), como también visibilizarlo mediante emblemas y simbolismos propios de los pueblos indígenas, tal como ocurrió en la Universidad Nacional del Comahue (Argentina) en donde se izó la Wenu Foye, emblema del Pueblo Mapuche.
Entre los fundamentos de tal acto, se propone el reconocimiento de “la presencia del Pueblo Nación Mapuche en el estudiantado, en los/las trabajadores/as docentes y no docentes de la Universidad Nacional del Comahue, entendiendo y extendiendo el Wiñoy Xipantv (celebración de la vuelta del sol) como un acontecimiento que pertenece a toda la población que hoy vive en el Wallmapu (territorio ancestral del Pueblo Mapuche)”.
Estas acciones, que no están exentas de controversias y cuestionamientos por parte de sectores ultranacionalistas y negacionistas del genocidio indígena, implican un ejercicio intercultural: dotar de sentido mediante acciones concretas este término, interpelar los conocimientos únicos y homogeneizantes a la vez de inscribirlo en un proyecto académico, intelectual y profundamente político, que supera el horizonte de lo folclórico.
Un ejemplo de ello es el enfoque educativo de la Universidad Intercultural de las Nacionalidades y Pueblos Indígenas Amawtay Wasi (Ecuador), que plantea como desafío la creación de “una estrategia educativa que contribuya a la descolonización de la sociedad y del pensamiento, y que responda a las luchas de liberación de las nacionalidades y pueblos originarios, de los afrodescendientes y de todos los sectores populares”. Esto demuestra el esfuerzo institucional por estar en la misma sintonía con las demandas de los sujetos que viven en el territorio donde se encuentra la institución.
En el caso de la UNPSJB, desde el año 2018 se incorporó la variable de autopercepción étnica en los estudiantes que ingresan a dicha institución, con el objetivo de contar con estadísticas que permitan conocer a la población estudiantil, sus trayectorias educativas, experiencia universitaria y posterior desempeño profesional, entre otros aspectos. En el formulario de ingreso se consulta sobre la pertenencia a algún pueblo indígena o afrodescendiente.
Desde el año 2018 al 2023, más de tres mil estudiantes han manifestado su pertenencia étnica a pueblos indígenas y afrodescendientes, lo que representa alrededor de un 12 % del total de ingresantes cada año.
Estos aspectos también se abordaron a través de un proyecto de investigación que permitió identificar, mediante salidas cartográficas, análisis de datos y entrevistas, las procedencias y trayectorias por los diversos niveles educativos, los lugares de procedencia, las carreras elegidas y las proyecciones de retorno a sus lugares de origen una vez finalizado sus estudios.
De igual forma, en el año 2021, se aprobó en esta institución un Plan de Desarrollo Institucional (PDI), que contempla entre sus lineamientos y en consonancia con la Declaración de la Conferencia Regional de Educación Superior (CRES 2018), la promoción de la diversidad cultural y la interculturalidad en condiciones equitativas y mutuamente respetuosas, así como reconocer las epistemologías, modos de aprendizaje y diseños institucionales propios de pueblos originarios y otras comunidades socio culturalmente diferenciadas.
La incorporación de tales lineamientos implica un avance en materia de adecuación de las normativas internas de una institución universitaria de tipo convencional, esto es como sostiene Daniel Mato, aquellas instituciones “que no han sido explícitamente creadas y diseñadas para responder a las necesidades, demandas y propuestas de comunidades, pueblos indígenas o afrodescendientes”.
Instrumentos administrativos
Existe un amplio abanico de instrumentos institucionales que han surgido de deliberaciones y consensos a los efectos de proveer fundamentos a la necesidad de transformar las IES para que sean culturalmente pertinentes.
Uno de ellos son las Conferencias Regionales de Educación Superior (CRES) cuyos objetivos dan cuenta de un constante proceso de estudio y reflexión sobre la educación superior de América Latina y el Caribe. La última de ellas, celebrada en el año 2018 en la ciudad de Córdoba, Argentina, estableció en su Declaración Final, entre otros aspectos que “las IES tienen la obligación jurídica, ética, social y política de aplicar los derechos de los pueblos indígenas y afrodescendientes de manera efectiva”, a la vez de que “las políticas públicas e institucionales de educación superior deben contribuir proactivamente a desmontar todos los mecanismos generadores de racismo, discriminación y todas las formas de intolerancia que aún están vigentes en las sociedades latinoamericanas”.
Asimismo, se resalta que “la educación no es solo un derecho humano sino también un derecho de los pueblos” advirtiendo que aún persiste “una importante deuda histórica de los Estados y sociedades latinoamericanas y caribeñas con los pueblos indígenas y afrodescendientes”, dado a que, “si bien sus derechos son reconocidos en numerosos instrumentos internacionales y en la mayoría de las constituciones nacionales, existe un alarmante déficit en el disfrute efectivo de los mismos, incluso en la educación superior”.
Esta Declaración y las anteriores realizadas en La Habana, Cuba (1996) y Cartagena de Indias, Colombia (2008), son sumamente importantes por tanto constituyen un instrumento orientador de los lineamientos estratégicos del sector educativo y sumado a un Plan de Acción con su respectiva hoja de ruta, lo que permite realizar un anclaje de los objetivos con acciones concretas.
De igual forma, la Organización de Naciones Unidas ha planteado una Agenda Mundial de Desarrollo Sostenible con objetivos y metas para cumplir hasta el año 2030, entre las cuales se encuentra el Objetivo de Desarrollo Sostenible 4, que consiste en “garantizar una educación inclusiva, equitativa y de calidad y promover oportunidades de aprendizaje durante toda la vida para todos”. Y, particularmente, resulta importante destacar la meta 4.5 que establece “eliminar las disparidades de género en la educación y asegurar el acceso igualitario a todos los niveles de la enseñanza y la formación profesional para las personas vulnerables, incluidas las personas con discapacidad, los pueblos indígenas y los niños en situaciones de vulnerabilidad”.
Finalmente, considero que las condiciones están dadas para que las IES puedan iniciar o profundizar las acciones y políticas institucionales en torno al reconocimiento de la diversidad étnica y cultural, incorporándola en sus normativas internas. Los instrumentos normativos, mencionados aquí de manera sintética, están disponibles y en plena vigencia.
Los esfuerzos de promoción de la diversidad cultural y étnica entre la comunidad educativa no serán lo suficientemente efectivos si las propias instituciones no se transforman para ser coherentes con las reivindicaciones, demandas y propuestas de dichos colectivos. Para ello, es fundamental que las IES recuperen la historia de los sujetos y territorios en los cuales están insertas.
Ello también implica reconocer, interpelar y transformar la herencia colonial que aún impregna los postulados científicos, epistemológicos y la forma en que se legitiman los saberes.
Esto permitirá generar nuevos puntos de partida que tengan como horizonte el reconocimiento y respeto de los derechos humanos de las poblaciones indígenas, y las instituciones educativas -en otros tiempos instrumentos de civilización- puedan realizar un enorme aporte para que la misma sea equitativa, de calidad y con pertinencia cultural y territorial.
Autor:
Daniel Leonidas Loncon
Pueblo Mapuche
Universidad Nacional de la Patagonia San Juan Bosco (UNPSJB)
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