El futuro de la educación superior: habilidades para el mundo del mañana
UNESCO IESALC, a través de sus equipos de investigación y prospectiva, análisis de políticas y de creación de capacidades, que trabajan con y para los jóvenes, ha identificado tres grandes transiciones mundiales que estamos viviendo como parte de una sociedad global; estas son la digital, la social y la ecológica. Para abordar dichas transiciones es necesario que se incluya una nueva teoría del cambio en el diseño de los Futuros de la Educación Superior. Una teoría que destaque la importancia de un sistema de educación superior nuevo y renovado, que desarrolle un conjunto de competencias y habilidades que ayude a los jóvenes a enfrentar la incertidumbre y la complejidad de nuestro tiempo. Entre dichas habilidades se encuentran el pensamiento crítico, la capacidad de adaptación, la ciudadanía global, la resiliencia y la creatividad. Hemos unido estas habilidades a otras sugeridas en Definiendo las habilidades que los ciudadanos necesitaran en el futuro mundo del trabajo, de McKinsey & Company, para crear el siguiente gráfico como nuestra directriz para que la educación superior frente a la transición global (Figura 1).
Actualmente vemos al mundo moverse a un ritmo sin precedentes definido por la hiper-velocidad que producen los rápidos y constantes avances tecnológicos, la urgencia en mitigar el cambio climático y los problemas sociales estructurales subyacentes, llevándolo a un estado de flujo que permea todos los aspectos de la vida. La educación y el trabajo, por desgracia, no escapan de esta realidad. Así lo podemos apreciar en el informe Tendencias mundiales del empleo juvenil 2022: invertir en la transformación del futuro de los jóvenes, publicado por la Organización Internacional del Trabajo (OIT), donde se estima que 1 600 millones de estudiantes se vieron afectados por la pandemia COVID-19. Esta interrupción en su trayectoria de aprendizaje ha producido una pérdida de competencias básicas de lectura, escritura y cálculo, poniendo en peligro su acceso a un nivel de educación terciaria y, posteriormente, a los mercados de trabajo.
Además, la OIT calcula que el déficit de empleo juvenil se sitúa en torno al 8,2% con respecto a 2019, lo que demuestra que aún estamos gestionando las secuelas de la COVID-19, especialmente en el Sur global. Por ejemplo, América Latina y el Caribe, Asia Meridional y África Septentrional se encuentran entre las tres regiones más afectadas (Figura 2).
El director de UNESCO IESALC, Francesc Pedró, habló sobre esta misma cuestión en el evento del Día Mundial de las Habilidades de la Juventud 2023 – YouthLead Innovation Spotlight organizado por la Oficina del Enviado del Secretario General de las Naciones Unidas para la Juventud. Allí afirmó una vez más que superar estas desafiantes realidades no es tarea fácil y que requerirá de un enfoque holístico en el que la educación superior tiene responsabilidades, no sólo en el equipamiento de los profesionales actuales y futuros con las habilidades necesarias para enfrentar las transiciones mencionadas anteriormente, sino también en apoyarlos exitosamente con herramientas de aprendizaje permanente para el futuro.
Actuar en aspectos clave como la innovación, la interconexión, la transversalidad, la interdisciplinariedad, la colaboración, la adaptabilidad y la resiliencia puede agilizar la transformación de la educación superior y su contribución a la Agenda 2030. Para abordar las necesidades de los jóvenes en el desarrollo de habilidades, el Equipo de Estrategia de Juventud de UNESCO IESALC ha llevado a cabo una serie de Diálogos Intergeneracionales y una Encuesta de Mapeo Global para recopilar las perspectivas y buenas prácticas de los jóvenes referentes a la transformación de la educación, además de identificar las habilidades requeridas para innovar en el sector educativo, y el apoyo que se necesita de las instituciones de educación superior y otras partes interesadas en la educación, para permitir que los jóvenes alcancen su potencial como agentes de cambio que pueden influir no solo en sus comunidades, sino también en el mundo. Así, UNESCO IESALC reitera su compromiso y deber de encontrar soluciones en colaboración junto con los jóvenes en la educación superior, mediante la cooperación con otras partes interesadas y socios para co-crear un futuro mejor y más sostenible.
Autor:
Teodoro Pearce Maury
Consultor junior – UNESCO IESALC
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