Día 3 – Miembros del Consejo de Gobierno abordaron desafíos de la educación superior de la región ante el mundo global 

En el tercer día de la semana aniversaria, integrantes de nuestro Consejo de Gobierno abordaron en un seminario en línea cuáles son los retos que debe enfrentar la educación superior en América Latina y el Caribe ante los desafíos del mundo globalizado. 

El panel estuvo integrado Paulo Falcón (Argentina), ex director nacional de gestión universitaria del Ministerio de Educación de la Nación Argentina; Valentina Canese Caballero (Paraguay), directora del Instituto Superior de Lenguas de la Facultad de Filosofía de la Universidad Nacional de Asunción y Miriam Alpízar, jefa de la Secretaría del Ministro de Educación Superior (Cuba), quien también sirvió de moderadora. 

Los miembros del Consejo de Gobierno abordaron las principales transformaciones que ha tenido la educación superior en los últimos 25 años, los desafíos que ésta presenta y también los aportes que ha hecho y que puede hacer UNESCO IESALC. 

Alpízar destacó la labor del Instituto a lo largo de su trayectoria y abarcando temas fundamentales de la educación superior, acompañando y promoviendo para encarar los retos fundamentales y lograr la transformación de la región.  

Explicó cómo Cuba ha apostado por el crecimiento de las matrículas, el sistema de acreditación de instituciones y en la formación doctoral para el desarrollo de la ciencia, la tecnología y la innovación. 

Canese, recorrió lo que ha sido los avances de la educación superior en el Paraguay tras la caída de la dictadura, en 1989, y con la creación de un nuevo marco legal de la era democrática. Actualmente existen 10 universidades públicas, más de 50 instituciones privadas, el Instituto Nacional de Educación Superior, marcos legales regulatorios y el Consejo Nacional de ciencia y Tecnología para el desarrollo de proyectos de investigación. 

Estos avances, que se repiten en toda la región, han permitido mayores: matrículas, número de egresados, institutos de formación docente, modelos de acreditación. Sin embargo, aún quedan retos para las instituciones de educación superior en la promoción la innovación y la creación de nuevos conocimientos. 

En cuanto a los desafíos, Canese considera necesarios la creación y fortalecimiento de redes académicas, así como la calidad y pertinencia, y la equidad e inclusión para garantizar la educación superior como bien público y un derecho para todas las personas en una región particularmente desigual, así como la necesidad de recursos para impulsar la internacionalización y el intercambio de conocimientos. 

“En nuestros países yo creo que tenemos que fortalecer esa idea de equidad e inclusión de la educación superior como un bien público, a través de la ciudadanía, mostrándole a los tomadores de decisiones la importancia de invertir en la educación superior”. 

Por su parte, Falcón destacó la labor e UNESCO IESALC, en la consolidación de la relevancia de la educación superior en los 33 países que conforman la región. Enfatizó el rol de Latinoamérica en la Primera Conferencia Mundial de Educación Superior en la promoción de la perspectiva de la educación superior como un derecho humano, como un bien público y una responsabilidad de los Estados. 

“La educación superior en particular ha tenido la oportunidad de reubicarse dentro de la agenda pública de forma protagónica. El hecho de que Naciones Unidas en 2015 haya aprobado la Declaración Transformando nuestro Mundo, que incorpora dentro de la Agenda 2030 al Objetivo de Desarrollo Sostenible número cuatro, que establece con suma claridad que la educación de cara al 2030 tiene que ser inclusiva, equitativa, de calidad, que garantice oportunidades de aprendizaje durante toda la vida y que sea para toda la sociedad.” 

Comentó por cuestiones demográficas, la educación superior y la educación profesional, la educación para el trabajo son los niveles formativos que están llamados a crecer de manera continua y permanente, de modo tal de que es los sistemas educativos y las instituciones tendrán que encarar retos en términos de ampliación y crecimiento.  

Ello obliga a repensar los términos de las políticas de expansión y de la gobernanza y la autonomía: “Hoy existen formas mucho más inteligentes de atacar a la autonomía, no ya con maneras torpes de persecución, cierre de instituciones y demás, sino que además hay países en donde los aspectos presupuestarios son un modo de condenar, de perseguir, de limitar la potencia que tiene la universidad y sus comunidades en relación al ejercicio del pensamiento crítico”. 

Además de presupuestos, se necesita una ejecución inteligente y políticas de rendición de cuentas transparente, ejerciendo ejemplaridad pública en una región donde el flagelo de la corrupción es algo que atraviesa prácticamente a todos los Estados y gobiernos. 

Por otra parte, destacó la necesidad de cambios pedagógicos y didácticos significativos que permitan adaptarse a una nueva generación de estudiantes y a la vez la integración y desarrollo de la región, a través de acuerdos tangibles. 

“La educación superior es pertinente cuando es socialmente pertinente y entonces acá también tenemos la obligación de trabajar cooperativamente para darnos una mano, para ayudarnos, para hacer mejor educación entre todos, para que la experiencia de los otros sistemas sea una experiencia que se pueda compartir y que en ese compartir crezcamos todos de manera seria, responsable y especialmente solidaria”, dijo Falcón. 

Alpízar concuerda en que la integración regional continúa siendo una asignatura pendiente pues no contamos con un sistema único y estable, que pueda impulsar las herramientas y el conocimiento con los que cuenta la universidad para el desarrollo territorial; a la vez que resaltó el papel de los jóvenes en la transformación y la innovación. 

“Los presupuestos son el reflejo de cómo el Estado o los gobiernos respaldan el funcionamiento de las universidades para el cumplimiento de su misión. Pero realmente ese presupuesto no basta con que sea mayor, sino cómo emplearlo mejor, cómo estar identificados por proyectos, por resultados. De manera que sea transparente, rindiendo cuenta no solo al gobierno, al Estado que le asigna el recurso mediante informes y balances, sino también rindiendo cuentas a la sociedad de manera pública, en los medios de difusión, en la prensa, en las redes”, dijo Alpízar. 

Asimismo, los panelistas destacaron la necesidad de la transformación tecnológica, cuya vertiginosidad también obliga a la adaptación de planes, programas y métodos de enseñanza y de educación.  

Sugieren que UNESCO IESALC pueda generar espacios de cooperación directa, para impulsar la integración, no sólo entre instituciones de educación superior, sino a través de los actores gubernamentales bajo una agenda pública ligada a los grandes temas de educación superior, que potencie la equidad, la calidad, la diversidad, la pluralidad y el éxito en la culminación de los estudios. 

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Proyecto Jóvenes para la Transformación de la Educación de la UNESCO
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