Estrategias e intervenciones de éxito para mejorar la participación de las mujeres en la educación superior
Para celebrar el Día Internacional de la Mujer 2024, UNESCO IESALC y la Oficina Regional de la UNESCO para África Austral organizaron conjuntamente un diálogo en línea centrado en iniciativas con un impacto sostenible en la participación de las mujeres en la educación superior, especialmente en los campos de liderazgo y STEM, acrónimo en inglés que se refiere a las áreas de conocimiento ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas.
A lo largo del acto, los ponentes mostraron el alcance de sus respectivos proyectos de éxito y entablaron debates en los que se identificaron oportunidades para seguir fomentando la igualdad de género en el sector.
En la apertura del acto Nisha, directora de la Oficina Regional de la UNESCO para África Meridional, y Francesc Pedró, director de UNESCO IESALC, subrayaron la importancia del tema, haciendo especial hincapié en las ventajas económicas de la participación de la mujer en una economía impulsada por la tecnología y en el derecho fundamental de las personas a seguir cualquier carrera, incluida la académica.
También participaron Daniele Vieira, profesora adjunta de la Universidad Federal de Pernambuco; Rovani Sigamoney, especialista del Programa de Educación de la Oficina Regional de la UNESCO para África Austral; Roberta Malee Bassett, directora mundial de educación terciaria y especialista principal en educación del Banco Mundial; Martha Jez, cofundadora y directora general de Fair Chance Learning; y Peter Wells, jefe de educación de la Oficina Regional de la UNESCO para África Austral.
Destacaron las intervenciones clave, identificadas a través de investigaciones, que podrían tener un impacto significativo en las experiencias de las mujeres y las niñas en la educación terciaria. Hubo consenso en que la formación del talento y el fomento de las experiencias STEM deberían comenzar antes en los sistemas educativos. Peter Wells articuló esta idea afirmando: “STEM empieza con los profesores y las niñas. Todo se reduce en última instancia a los niveles primario y secundario, y creo que es algo en lo que realmente tenemos que centrarnos”.
Además, Rovani Sigamoney, señaló que otros posibles factores de éxito abarcan el desarrollo de políticas institucionales sólidas y el establecimiento de planes de igualdad de género, la aplicación de programas de tutoría y formatos de aprendizaje flexibles, la garantía de los derechos de baja por maternidad y el acceso a servicios de guardería, la colaboración con posibles empleadores para facilitar la transición satisfactoria de las licenciadas al mercado laboral y nuevas iniciativas de investigación.
Respecto a esto último, Daniele Vieira destacó un reto crítico que obstaculiza el progreso: “Una de las dificultades que encontramos es la disponibilidad de datos. Si queremos que más mujeres alcancen niveles de responsabilidad dentro de las instituciones, necesitamos saber cuál es la situación actual dentro de las instituciones”.
También se señaló que, para lograr efectos duraderos en la inclusión de las mujeres en la enseñanza superior, las intervenciones deben dar prioridad a la sostenibilidad. Basándose en su propia experiencia, Roberta Malee Bassett señaló que la financiación del Banco Mundial sirve principalmente de apoyo temporal, con la esperanza de que los países acaben siendo autosuficientes. En su opinión, la sostenibilidad es una consideración fundamental en todas las intervenciones. Además, Daniele Vieira subrayó la importancia de la evaluación y el seguimiento continuos de la situación para ayudar a identificar áreas de mejora y adaptar las estrategias en consecuencia.
En el debate posterior, todos los panelistas destacaron el papel fundamental de la colaboración para impulsar un cambio positivo. Martha Jez enfatizó este punto, afirmando: “Incluyendo a la industria asociada con gobiernos, universidades y organizaciones sin ánimo de lucro, tenemos una solución que puede proporcionar una mano de obra más resistente e integradora y una mayor seguridad para las mujeres”.
El evento en sí constituyó un esfuerzo significativo para fomentar este diálogo, ofreciendo una plataforma compartida para el intercambio de ideas y estrategias de impacto para hacer avanzar la igualdad de género en la educación superior.
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