Aportes de los afrodescendientes a la democratización de la educación superior
En América Latina los afrodescendientes e indígenas, y en particular las mujeres y jóvenes, son los grupos sobre los que pesa con mayor fuerza la desigualdad. Estas desigualdades también se manifiestan en la educación superior, en la que enfrentan grandes brechas. La presencia de indígenas y afrodescendientes en las instituciones de educación superior (IES) es minoritaria debido a las desventajas de estos grupos para el acceso y la permanencia en las IES. Por ejemplo, en Brasil, los afrodescendientes de 25 años o más con estudios terminados completos es de un 10% aproximado, frente a un 23% aproximado de los no afrodescendientes. En Colombia, la diferencia es del 9 a 14% entre afros y no afros. En Ecuador, la relación es de 10% y 15% aproximadamente, entre afro y no afro, respectivamente. En Panamá, la relación es de 13 a 17% aproximadamente (Banco Mundial 2022). Cabe mencionar que, aun con las fuertes brechas educativas, en la educación superior se han dado avances significativos relacionados con la implementación de políticas de inclusión especial o políticas de acción afirmativa para indígenas y afrodescendientes en la región, que favorecen el acceso de estos grupos a la educación superior.
A fines del siglo XX, en algunas universidades de Argentina, Brasil, Chile, México, Ecuador y Colombia, comienzan a desarrollarse proyectos, experiencias y programas interculturales o de inclusión de las y los afrodescendientes. Algunas de las experiencias concentraron sus esfuerzos en las acciones afirmativas como un medio para democratizar el acceso a las universidades. Brasil, es pionero en la implementación de Políticas de Cuotas o Acciones Afirmativas[1] para la población afrodescendiente dentro del ámbito educativo. Estas políticas se institucionalizaron con la Ley 12.711/2012, la cual dispuso la reserva de la mitad de los cupos de las universidades e instituciones federales de enseñanza para estudiantes provenientes de las escuelas públicas auto-declarados negros/as, pardos e indígenas. La Ley también contempla a alumnos de escasos recursos. La llegada de las cuotas raciales a las universidades brasileras es fruto de la lucha del movimiento negro que se esforzó, con numerosas iniciativas, por evidenciar las desigualdades raciales (Ocoró y da Silva, 2017). En Colombia también se fue produciendo, de forma paulatina, el acceso de jóvenes pertenecientes a estos grupos étnicos a programas convencionales mediante mecanismos de acceso especial.
Podemos afirmar que las y los afrodescendientes han contribuido a democratizar la educación superior de muchas maneras:
- La llegada de las cuotas raciales o acciones afirmativas en las universidades brasileras y colombianas es fruto, sin duda alguna, de las continuas luchas del movimiento negro que se esforzó, con numerosas iniciativas, por mostrar las desigualdades raciales. En efecto, el Movimiento Negro y su larga lucha a lo largo del siglo XX, y desde el inicio del siglo XXI, en contra el racismo, ha sido el principal actor que ha impulsado la institucionalización de las políticas de cuotas o acciones afirmativas en las universidades. Estas políticas son una respuesta al racismo y la desigualdad estructural.
- Las políticas de cuotas o acciones afirmativas han producido una transformación significativa en la realidad de las personas afrodescendientes, ya que han favorecido ampliamente su ingreso en las instituciones de educación superior. Este hecho reviste de gran importancia, pues América Latina ha sido históricamente muy desigual y esto ha sido muy notorio en el campo educativo.
- Su presencia y activismo en las universidades contribuye a cuestionar y desmitificar los prejuicios que califican a la población negra como de escasas capacidades académicas y culturales, ajenas al progreso nacional, o a las actividades productivas. Del mismo modo, el accionar de los colectivos universitarios han contribuido a instalar el antirracismo en la agenda de las universidades.
- Su accionar problematiza la impronta excluyente que los sistemas educativos latinoamericanos arrastran desde sus orígenes hacia la ausencia de las epistemologías de los pueblos indígenas y afrodescendientes.
- Han contribuido a evidenciar el racismo epistémico y el modo en que opera cerrando oportunidades en la educación superior.
- También se han ayudado a evidenciar los sesgos eurocéntricos, racistas y sexistas que existen en el conocimiento divulgado, producido desde la IES.
- Han aportado nuevos temas y campos de investigación ligados a sus realidades, problemáticas y preocupaciones.
- Han contribuido a que en las IES se valoricen los saberes y los conocimientos de las comunidades indígenas y de los pueblos afrodescendientes.
- Finalmente, podemos decir que han aportado pluralidad en las universidades, y a las IES en general, para que estas reflejen más la diversidad de la sociedad a la que pertenecen.
Construir relaciones que recuperen y valoricen los conocimientos y saberes epistémicos de los pueblos negros e indígenas en América Latina, combatir el racismo epistémico e institucional es una tarea prioritaria.
No habrá una educación plural mientras la lucha contra el racismo se diluya.
No habrá una educación plural mientras existan lecturas estereotipadas y reduccionistas sobre los pueblos indígenas y afrodescendientes.
No habrá una educación plural mientras existan silencios históricos sobre los aportes de los afrodescendientes e indígenas en la construcción de la nación y la vida presente de nuestras sociedades. Hoy más que nunca, necesitamos fortalecer la formación de profesionales con perspectivas amplias para intervenir en un mundo en constante transformación, en el que las presentes y futuras generaciones se apropien de saberes críticos, antirracistas e interculturales. Es de gran relevancia que podamos debatir cuáles son los saberes que hoy deben estar presentes en la formación de los/as docente, en la formación profesional en general, y cuáles son aquellos que tienen que ser replanteados para poder avanzar hacia sociedades más igualitarias.
[1] Según el Estatuto de Igualdad Racial, instituido por la Ley N° 12288/2010, “se entiende por acciones afirmativas los programas y las medidas especiales adoptadas por el Estado y por la iniciativa privada para corregir desigualdades raciales y promover la igualdad de oportunidades” (art. 1º, VI).
Autora:
Anny Ocoró Loango
Investigadora del Programa Educación Superior y Pueblos Indígenas y Afrodescendientes en América Latina (ESIAL – UNTREF)
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